Un clásico chic

Hay quienes dicen que lo clásico es aburrido. Creo que esta reforma es una prueba de que no necesariamente es así. Bueno, clásica lo que se dice clásica, no es, pero sí tiene como fundamento el concepto de lo que permanece, ese es el clasicismo del que hablo. Y a veces es esa idea de “permanencia”, de “para siempre”  es lo que puede parecer aburrida, pero veamos, hay matices.

El trabajo consistió en una reforma súper integral en un departamento grande, de 4 ambientes, en donde se cambió TODO: 3 baños a nuevo, cocina y lavadero a nuevo, pisos, ventanas, pintura, cañerías, electricidad, absolutamente todo.

La transformación iba a ser radical, desde ya, pero los clientes querían espacios que pedurarán en el tiempo, con colores neutros como el beige, el blanco y los grises y materiales nobles como la madera. Pidieron simpleza, elegancia y sobriedad.

La cocina era una parte central de la reforma. Había espacio, pero el lavadero taponaba un poco la entrada de aire y luz. Propusimos cambiar el lavadero de lugar para acercar la cocina hacia la ventana de forma más directa y dejar así el lavadero más escondido, hacia el sector de la dependencia de servicio. También abrimos una arcada hacia el pasillo (¡larguísimo!) que unía el living con los dormitorios, y en el que había una pequeña ventana que se convirtió en una nueva fuente de luz natural para la cocina. Además, con esta arcada y algunas luces embutidas le dimos un poco de vida al pasillo.

Elegir los revestimientos fue toooodo un tema, porque clásico sí, pero aburrido no. Finalmente logramos elegir en cada baño y en la cocina algún revestimiento que le diera un toque “chic” a cada ambiente. También algunos detalles de luces destacan algunas superficies como en el toilette y la cocina. El piso de madera natural es un protagonista en toda la casa. El resultado: un clásico bien moderno y para nada aburrido.