Una casa de cuento

Esta casa era muy especial. Había sido diseñada y construida toda con cosas de demolición, parecía una de esas casas en el bosque, salida de un cuento de hadas. Pero tenía algunos problemas y Rita nos llamó para solucionarlos. De movida, era tooodo un desafío intervenir en una casa tan particular.

Nos pidió que le abriéramos la casa al jardín. Era cierto que estaba un poco desconectado. Las ventanas eran chicas y al ser una casa de fin de semana y veraneo quería una comunicación directa con los espacios exteriores. Rita quería “el jardín adentro de la casa”.

Rita quería “el jardín adentro de la casa”.

También quería un quincho integrado. La casa tenía una parrilla exterior pero no la podía usar si hacía mucho calor, o si llovía, y ella quería un jardín de invierno con parrilla incluida para poder hacer asados cuando quisiera. Además ese sería el lugar donde iba a ser el corazón de la casa, lleno de luz.

Y por último, nos pidió agregar un baño en la planta baja, un lavadero y un depósito. Todo esto optimizando la superficie porque no quería perder jardín.

Tuvimos que pensar muy bien cada decisión para que la ampliación no pareciera un agregado. Decidimos alargar la casa longitudinalmente, recostando la parte más cerrada hacia la medianera y abrir la parte vidriada en esquina hacia el jardín lateral y hacia atrás. De esta manera, la casa se va escalonando haciéndose cada vez más finita hacia el fondo, abriéndose lo máximo posible hacia el jardín y la pérgola.

Utilizamos el mismo ladrillo rústico con junta tomada, maderas pintadas de negro, techo de chapa negra y durmientes de ferrocarril. Para las aberturas, combinamos algunas de vidrio repartido y otras más modernas de aluminio, para lograr un mayor efecto de transparencia (tanto vidrio repartido da medio la sensación de “enrejado”). Se integran perfecto con las existentes.

El baño: un chiche. Típico baño de campo, con ese verde aturquesado con aplicación bien rústica. Y las griferías son un detalle increíble. Costó conseguirlas en ese color, pero valió la pena esperarlas. Un desafío enorme y un trabajo hecho con muchísimo respeto por lo existente. Esa es la clave a la hora de ampliar una casa, en especial una casa como esta, que se sale de todos los estándares de las “casas country”.