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Año nuevo, casa renovada

Guía de 20 pasos para planear tu casa ideal

Se termina el año y es el momento en que, más o menos conscientemente, nos ponemos a hacer un balance de lo que pasó en nuestra vida el año que se va, y a pensar en las cosas que queremos que pasen el año que empieza. Y esta es la parte que me encanta: ¡PROYECTAR! 

¿Y qué mejor que pensar en nuestra casa, en nuestro hogar, como uno de los principales proyectos? Ese lugar donde nos levantamos cada mañana y nos acostamos cada noche. Ese lugar al que llegamos después de un día agotador de trabajo, donde nos juntamos con nuestras familias y amigos, donde cocinamos, escuchamos música, nos damos una ducha reparadora, nos tiramos a ver una película, donde vemos a nuestros hijos jugar, estudiar, crecer.

Nuestra casa es el lugar más PROPIO que tenemos y por lo tanto es de vital importancia CÓMO es ese lugar. ¿Es funcional para mi estilo de vida? ¿Se adapta a la cantidad de personas? ¿Me identifica? ¿Refleja quine soy? ¿Puedo hacer ahí todo lo que más me gusta?

Seguramente, más de una vez, te rondó por la cabeza la idea de renovar tu casa. Siempre hay algo que quisiéramos hacer más funcional, más lindo, más luminoso, más cómodo. Y mirás las casas de las revistas de decoración, ó ves alguno de esos programas de la tele en donde reforman todo, y seguro te ilusionás con la posibilidad de que tu casa que quede como esas, que las ves tan personales y hermosas y radiantes.

Hoy, inspirada en este fin de ciclo, quiero invitarte a que te preguntes: ¿Y POR QUÉ NO? Es ideal aprovechar esta época del año para darle forma a la idea de convertir tu casa en esa casa con la que soñás, y TRANSFORMR ese SUEÑO en un PROYECTO para el año próximo ¿Cómo? Te ayudo. Para eso preparé esta GUIA de 20 PREGUNTAS que estaría buenísimo que contestes como si fuera un juego. ¡Qué te diviertas!

1- ¿Cómo creés que sería la casa de tus sueños?

Te propongo que hagas una descripción en palabras y acompañada de fotos, de cómo sería la casa ideal para vos, esa que te encantaría tener. Hacela lo más detallada posible, porque a medida que profundizamos en los detalles, vamos profundizando en las ideas y logramos nombrar cosas que en la primera respuesta no aparecen. Si te animás, podés hacer una especie de collage recortando y pegando fotos y palabras sueltas que representen lo que para vos sería esa casa ideal.

Esto lo vas a guardar y después vas a empezar el resto de las preguntas.

2 – ¿Cómo es tu casa hoy? ¿Qué tenés?

Esto es algo que solemos pasar por alto a la hora de pensar en nuestra casa. No es muy común preguntarse o tomarse un minuto para describir lo que hay. Porque más allá de que quieras hacer cambios, es importante saber que los cambios se harán sobre lo que hay y, de lo que hay, seguramente te gusten muchas cosas, entonces lo primero es tratar de describir lo que tenés.

Quizá lo más fácil sea empezar por las cosas más cuantitativas, tipo: tengo una (casa, ph, departamento), de X m2, X plantas, con X dormitorios, X living, X baños, cocina, y así ambiente por ambiente. Después podés seguir con descripciones más cualitativas: colores, materiales, entradas de luz, entradas de aire, paredes, pisos, techos, estilo, etc. Tratá de describir tu casa lo más OBJETIVAMENTE posible y no hacer valoraciones por ahora, ya llegaremos ahí.

3 – ¿Quiénes habitan la casa? ¿Cómo son? ¿Qué hacen?

Parece una obviedad tener que decir quién ó quiénes son los que habitan la casa, pero no pasemos por alto esta pregunta, y no la dejen en la superficie. No se trata sólo de enumerar a los habitantes sino de hacer una breve descripción de cada uno. Son importantes aquellos rasgos distintivos y predominantes de la personalidad de cada uno. También es muy importante escribir qué hace cada uno: a qué se dedica, si trabaja, estudia, qué donde, de qué, qué otras cosas le gusta hacer, deportes, artes, colecciones, cualquier tipo de actividades de interés.

4 – ¿Cómo es la vida en la casa?

Acá vamos a hablar de cómo es “la rutina” de la casa. No me refiero a “rutina” necesariamente como algo repetitivo, monótono y aburrido, sino al modo en que es habitada tu casa. Cómo son los horarios de cada uno, si coinciden o no, si comen ahí o no, si alguien trabaja en casa, como es esa dinámica. Te recomiendo pensar habitante por habitante y luego las rutinas más colectivas. Si los días de la semana son más o menos iguales, podés pensar e ir anotando las cosas que van sucediendo desde que se levantan hasta que se van a dormir. Si, en cambio, los días son diferentes tratá de buscar las cosas que se repiten y después ir destacando las que cambian.

Y ahora sí, vamos a empezar a PONDERAR si lo que tenemos se ajusta a nuestra personalidad, dinámica, estilo de vida, etc. Y para eso te propongo hacerte estas otras preguntas:

5 – ¿Te gusta cómo es la vida en tu casa? ¿Qué cosas sí y qué cosas no?

Pensá en esa “rutina”, hábitos, costumbres, etc. y pensá si verdaderamente te gustan cómo son. Muchas veces hacemos cosas por costumbre pero no nos gusta del todo vivir así. Por ejemplo: llego a mi casa y enciendo la tele, pero en realidad eso hace que escuche mucha menos música, que me encanta.

6 – ¿Qué cosas TE ENCANTAN de cómo es tu casa hoy?

De las cosas que sí tiene tu casa hoy, seguramente hay algunas que te encantan, son esas que te hacen querer renovarla en vez de mudarte, esas que extrañarías si te mudaras, o esas que te costaría mucho encontrar en otra casa.

7 – ¿Qué cosas NO te gustan de cómo es tu casa?

Pensá y escribí todas aquellas cosas que le quisieras cambiar. No importa si creés que son imposibles, no censures eso ahora. Por ejemplo, si vivís en un departamento sin balcón, ni patio ni nada, probablemente pienses que es imposible lograr tener una expansión, pero anotalo igual, porque es importante conectarte con ese deseo, y a veces, con creatividad y apertura,  se le puede dar forma de alguna otra manera.

8 – ¿Se ajusta tu casa a la rutina de vida que tenés? ¿En qué sí y en qué no?

Acá pensá si tu estilo de vida, tus costumbres, tus hábitos, tus actividades (y las de todos los habitantes) pueden ser desarrolladas con comodidad y sin conflicto. En los casos de qué si, mencionalo y en los casos en que no, pensá por qué no, qué lo impide o lo dificulta.

9 – Esa rutina, ¿podría mejorar si cambiara en algo la casa? ¿En qué?

Acá pensá cómo podría mejorar la rutina si hicieran algún cambio en la casa y cual sería ese cambio. No necesariamente tiene que ser un cambio estructural, ni gigante. A veces son pequeñas cosas las que ayudan a la forma de habitar tus espacios y lo facilitan. Por ejemplo: si pusiera un espejo grande en el hall de entrada podría verme a la mañana sin despertar a mi marido que se levanta más tarde.

10 – ¿Creés que hay algo de cómo habitás tu casa que es así por cómo es la casa y no porque vos querés que sea así?

Parecen las mismas preguntas pero no lo son. Es como mirar una misma cosa desde distintos ángulos. Acá lo pensamos al revés: las cosas de tu casa que condicionan tu forma de vivirla.

Un ejemplo de esto sería: los chicos juegan en el living porque en el dormitorio no tienen lugar, pero vos en realidad quisieras que jueguen en el dormitorio pero está mal aprovechado, o diseñado.

11 – ¿Hay espacio para que hagas lo que te gusta?

 Por ejemplo: si te gusta cocinar, ¿hay espacio en la cocina para cocinar cómodo? Si te gusta andar en bici, ¿hay lugar donde guardar la bici? Pensá en las cosas que te gusta hacer a vos (y a los que habiten la casa) y si la casa admite que se hagan esas cosas que te gustan.

12 – ¿Hay alguna actividad que te gustaría hacer en tu casa que hoy no estás haciendo porque “no tenés el lugar”?

Puede ser cualquier cosa, desde sentarte a leer un libro hasta trabajar en casa. Pensá en cualquier cosa sin filtrar nada, aunque te parezca tonto o disparatado.

13 – ¿Ves tu personalidad (y/o la de quienes la habitan) reflejada en tu casa? ¿En qué sí ó por qué no?

Acá pensá en los colores, en la luz, en el aire, en la calidez o no, en los serio, en lo divertido, en lo sobrio, en lo llamativo. Pensá si los espacios de tu casa se condicen con cómo sos vos y los tuyos, en qué sí y en qué no.

Ahora te pido que vuelvas a ver la descripción de la casa de tus sueños y te preguntes:

14 – ¿Qué cosas NO tiene tu casa respecto a esa casa que describiste como la casa de tus sueños?

Fijate qué cosas nombraste o expresaste e imágenes en esa primera pregunta y que tu casa hoy no tiene. Puden ser cosas concretas, tipo: un patio, un dormitorio más, un baño más cómodo… O también pueden ser cosas más subjetivas: no es tan cálida, no tiene un criterio de diseño, los colores son más aburridos, etc.

15 – ¿Qué cosas SÍ tiene tu casa respecto a esa casa que describiste como la casa de tus sueños?

Seguro hay cosas que tu casa YA TIENE de esa casa con la que vos soñás. Bueno, nombralas. Es muy reconfortante saber que hay cosas que ya las lograste, que ya las tenés, que sólo se trata de seguir avanzando hacia esa casa con la que soñás.

16 – ¿En que se condice esa casa que describiste como la casa de tus sueños con tu estilo de vida y tu personalidad (y/o la de sus habitantes)?

Se trata de confirmar (¡o no!) si lo que describiste como la casa de tus sueños en verdad se ajusta a tus necesidades y deseos. Porque es MUY común, soñar con cosas que en realidad no tienen nada que ver con nuestra verdadera esencia. A veces nos dejamos llevar por cosas que vemos y nos deslumbran pero que no se ajustan a nuestra realidad. Seguramente te pasó alguna vez de probarte un vestido que te encantó en la vidriera pero que cuando te lo pusiste no tenía nada que ver con vos. Bueno, con las casas puede pasar algo parecido. ¡La diferencia es que no las podemos probar en un probador! Entonces mejor tomarnos el tiempo y el trabajo de pensar VERDADERAMENTE qué queremos y qué necesitamos.

17 – ¿En qué NO se condice?

Vale todo lo mismo que arriba pero por la negativa. En qué cosas tu casa ideal no sería tan ideal verdaderamente.

18 – ¿Harías algún cambio a esa descripción ahora que definiste mejor cómo es tu vida y cómo sos vos?

Llegó el momento de repensar esa casa ideal que armaste en le pregunta 1. ¡Puede ser que siga siendo igual! Pero también puede ser que en algo haya cambiado… Si es este el caso, te invito a redefinir o ajustar esa casa que te encantaría tener.

19 – ¿Qué creés que podría hacerse en tu casa para acercarse a esa casa soñada?

Ahora pensá concreta y realistamente, qué cambios podrías hacer en tu casa para acercarla a esa casa que te encanta, esa de las fotos, esa que te enamora y te entusiasma, esa que te haría vivir mejor, disfrutar más de tus cosas, de tus actividades, de tus descansos…

20 – ¡Y por último! ¿Qué proyectás para tu casa en este nuevo año que empieza?

Espero que esta guía te haya servido de INSPIRACIÓN para poner en tu lista de proyectos para el 2018 las renovaciones que quieras hacer en tu casa. No te olvides que tu casa es el CORAZON de tu vida. Cuanto más PERSONAL sea, cuanto más se parezca a vos y los tuyos, cuánto mejor se adapte a tu ESTILO DE VIDA, cuanto mejor refleje la ESENCIA de tu vida, entonces más vas a disfrutar, más placer te va a dar llegar a casa, mejor vas a descansar, más cosas que te gustan vas a hacer y, en definitiva, más “vos” te vas a sentir.

Te deseo un excelente 2018. Que puedas dejar ir las cosas malas del 2017, que las buenas se te multipliquen y que SIEMPRE, pero SIEMPRE, tengas un PROYECTO POR EL QUE LUCHAR.